

Fuerte y Faro de la Galea (1743)
Cuando retraté el “Fuerte de la Galea” para la postal corría junio del 2020 y nos incorporábamos a una “nueva normalidad” después del primer confinamiento decretado en el “Estado de Alarma por la Pandemia de Covid-19”. Por aquel entonces yo colaboraba con Mikel Urdangarin en los visuales de la gira que el cantautor estaba preparando: “Izurdeen lekua”, un canto para celebrar el fenómeno que se produjo durante esos días, cuando los animales recuperaban un espacio que involuntariamente les cedíamos y se acercaban a nuestro entorno más de lo que estamos acostumbrados.
Hor
azaldu ziren oin milaka urte bezala azaltzen zirenak,
ez
jakitun ziren, ezer ez zekiten, ez zekiten gutaz.
Ohiko zuten
eran, killak ur azpian ta belak aidean...
Itsasargiak bailiran
hor azaldu ziren izurdeak.
En “Getxoko Lekukoak” utilizo encuadres fijos para enfatizar el movimiento interno de los planos y habitualmente disparo con velocidades de obturación bajas durante periodos de tiempo largos. Después de haber ajustado el encuadre sobre el trípode y programado la cámara para que disparara automáticamente cada 5 segundos durante media hora, no tenía nada mejor que tumbarme boca arriba sobre el muro del fuerte, mirar la luna llena e imaginar La Galea en la antigüedad, cuando encendían grandes hogueras, señales de entrada al puerto y principal punto de vigilancia para la caza de ballenas. Era medianoche en el entorno silencioso del “confinamiento” y no sabía si estaba soñando cuando se acercó desde el mar un ave de envergadura considerable, en vuelo rasante como si me hubiera tomado por un conejo y hasta que no estuvo en línea con mi cabeza y me clavó sus ojos de lechuza blanca no me dí cuenta de que yo estaba despierto. Entonces alzó el vuelo hasta perderse entre los restos de la atalaya.



El fortín de Arrigunaga se levantó a mediados de siglo XVIII para defender la playa y cumplió con su función contra las tropas napoleónicas durante la “Guerra de la Convención” (1793-1795). Finalmente lo arrasaron los ingleses en la “Guerra de la Independencia Española” (1808-1814), lo mismo que el resto de las baterías costeras de Bizkaia. Hasta 1827 tuvo varias reconstrucciones, pero desde que en 1832 murieran dos jóvenes que jugaban en las almenas comenzó a plantearse su derribo y nunca más ha sido restaurado.
En 1972 se convirtió en propiedad municipal. Desde la primera vez que lo vi, hace más de 40 años, permanece inmutable, integrado en el paisaje, obligando a su entorno a adaptarse a su anciana belleza.
Es el elemento arquitectónico y el testigo más antiguo de nuestro proyecto. La casa fue edificada en 1612 para la “Cofradía de Mareantes de San Nicolás”. En las noches de temporal el pórtico sirvió como punto de avistamiento a los vigías de la “Casa de Náufragos”. Desde 1857 hasta 1868 ubicó los plenos de "El Ayuntamiento de Getxo", antes de que éste se trasladara a la Plaza San Nicolás de Algorta. Pero sobre todo, esta casa fue la sede de la “Sociedad de Prácticos Lemanes”, encargados de dirigir la entrada, salida y movimientos de las embarcaciones en el puerto, quienes comenzaron a profesionalizarse a inicios del s. XVII y tuvieron gran importancia hasta la construcción del puerto exterior de Bilbao en el s. XIX.

"Etxetxu" es una construcción de una única planta cerrada, con un soportal abierto y un banco corrido. En la actualidad es una propiedad privada, sin embargo su pórtico siempre ha permanecido abierto para el disfrute público. Se puede considerar como centro indiscutible del "Puerto Viejo".
Durante el año 2021, delante de nuestras cámaras, los propietarios realizan una obra de rehabilitación concienzuda con la intención de devolver al edificio el esplendor original, perdido en sucesivas reformas.
Horacio Echevarrieta (1870-1963), empresario industrial y político republicano, construyó en 1910 su palacio (desaparecido en 1976) en el lugar donde, desde mediados del s.XVII y hasta 1888, estuvo emplazado el “Fuerte Begoña”. Era el punto perfecto para observar sus minas de hierro de la margen izquierda de la ría y cómo los barcos de su naviera salían a la mar. En 1918, cuando el escarpe que rodeaba al palacio sufrió desprendimientos de rocas, Echevarrieta no se limitó a levantar un simple muro de contención, sino que encargó al arquitecto Ricardo Bastida (1879-1953) construir las galerías, utilizando un material innovador, el hormigón armado.
En 1922 las "Galerías Punta Begoña" eran una realidad como lugar de esparcimiento, un gran salón multiusos con chimenea y una balconada para ver y ser visto. Pero solo cumplieron con el uso soñado hasta 1936. El inicio de la "Guerra Civil" obligó a adaptar el Palacio como hospital para la "República" y años más tarde, las galerías se reinventaron como búnker destinado al cuartel general del mando italiano. En los 40 las instalaciones se destinaron a Auxilio Social. En 1991, siendo propiedad municipal, surgió el primer intento de convertirlas en hotel, pero resultó tan infructuoso como el segundo en 2006.

“Los Muros de Echevarrieta” lo llamábamos cuando nos colábamos furtivamente para alucinar con los eslóganes franquistas pintados en las paredes del salón. Siempre lo conocí cerrado hasta que en 2013 el "Ayuntamiento de Getxo" y la "Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibersitatea" lideraron un proyecto para su recuperación y puesta en valor. Comencé a merodear con regularidad las galerías para este proyecto en 2018, cuando se cumplían 100 años del inicio de su construcción. Por entonces ya celebraban en ellas diversos eventos culturales y exposiciones. Pero la verdadera cima de los descubrimientos históricos también se alcanzó ese año, cuando encontraron restos de un poblado Neolítico, fechados hace más de 5.000 años, en uno de los jardines superiores de la edificación.
En marzo 2021 el "Ayuntamiento de Getxo" comienza una reforma estructural en varias zonas de la construcción.
La alta siniestralidad del "Puerto de Bilbao" a lo largo de la historia llevó a la necesidad de crear la “Sociedad de Salvamento de Náufragos”. Era un grupo totalmente independiente, formado por algunos pescadores y hombres de mar de la zona que acudían en auxilio de los naufragios de forma altruista. Apenas contaron con una trainera de rescate, bautizada como "Ama Begoñakoa", un andarivel, un cañón de bronce, dos fusiles lanzacabos, picos, palas y unos precarios cascos de mimbre como protección. Con el inicio del s. XX la “Asociación de Navieros” de Bilbao decidió resolver una deuda histórica hacia los voluntarios del rescate y propuso la creación del primer equipo de salvamento de náufragos a Francisco Aldecoa Uriarte "Patxikin" (1863-1943), getxotarra, capitán de naviera mercante.

El 12 de Marzo de 1920 solicitaron el permiso para la construcción de la casa destinada a “Salvamento de Náufragos y Cofradía de Pescadores” que el arquitecto municipal Ignacio Smith Ybarra culminó en 1921. El edificio se complementó con un faro (en la actualidad sin linterna) que comenzó a funcionar en 1939 para guiar a las embarcaciones en su entrada a la "Ría de Bilbao". En 1945 pasó a ser propiedad de la "Junta de Obras del Puerto de Bilbao" y quedó integrada en la "Sociedad Española de Salvamento de Náufragos".
Desde 1973 la casa alberga una base de "Salvamento de la Cruz Roja" y otros servicios. Con 100 años recién cumplidos se incorporó en nuestro proyecto cuando llevábamos un par de años trabajando.
Bizkaia Zubia (1893)
El “Puente Bizkaia” es el primer puente transbordador de estructura metálica construido en el mundo. Se inauguró el 28 de Julio de 1893 y fue diseñado por el arquitecto Martín Alberto de Palacio y Elissague (1856-1939) y el ingeniero-constructor, discípulo directo de Gustave Eiffel, Ferdinand Arnodin (1845-1924). La UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 2007.
En 1937, ante la inminente llegada de las tropas nacionales, el “Batallón de Ingenieros del Ejercito del Norte” recibió la orden de destruir todos los medios que permitiesen cruzar el Nervión para dificultar el avance de las tropas de Franco. En la madrugada del 17 de junio una gran explosión cumplió su cometido inutilizando el puente que tuvo que esperar hasta 1941 para ver completada su reconstrucción, tras el único periodo de inactividad desde que fuera inaugurado. A lo largo de su existencia ha vivido cambios, algunos de ellos significativos, con el propósito de seguir ofreciendo su servicio y sin perder de vista la conservación del monumento. La actual barquilla, por ejemplo, data de 1998 y es la quinta en la historia del transbordador.

En 15 de agosto de 2018 realicé la primera grabación de “El Puente Colgante” para “Getxoko Lekukoak”, cuyo rodaje había comenzado a principios de ese mes. Bosco San Martin (1975-2020), también conocido como "Bosco el Tosco", otro ilustre getxotarra que llegó a presentarse como candidato a la alcaldía de Bilbao en 2003, me acompañó durante la grabación desde el atardecer hasta que, entrada la noche, encendieron la iluminación diseñada especialmente para el 125 aniversario de “Bizkaia Zubia”. Ninguno de los dos sabía que esa noche iba a ser la última que pasáramos juntos en esta vida que Bosco dejó atrás dos años más tarde. Con él se fue un amigo, pero su luz sigue encendida.
El "Puente Bizkaia" en la actualidad mantiene su servicio de transbordador comunicando Getxo y Portugalete 24 horas al día y 365 días al año.
Arrigunagako Gaztelua (2022)
Esta pintura es una donación del propio autor, Alberto Zeballos, para nuestra exposición, la guinda de “Getxoko Lekukoak”. Representa “Kaioabia”, la casa torre construida para uso personal en 1917 por Pedro Guimon, arquitecto ondarrutarra.
Resulta la excepción de “Getxoko Lekukoak” porque no sobrevivió a los años 60 y por tanto no ha podido ser retratada por nuestra cámara. Sin embargo, el deseo de aportar luz en el eterno debate sobre el pasado que mantiene nuestro pueblo, impulsó a Alberto Zeballos a ofrecernos esta pintura. Porque como dice el propio pintor, “cuando las cosas se pasan al óleo se ven realmente como son, porque las fotos engañan mucho”.
Hainbat bizitza ta heriotze
